lunes, 5 de septiembre de 2016

Sobrevivir no es supervivir

Una vez, alguien que solo supo hacerme feliz, dijo que yo tenía "una sonrisa bonita nivel infinito". Cómo no iba a sonreír. Si tan solo con abrir su boca, era inevitable que se ondulara hacia arriba la curva de la mía. Cómo no iba a ser bonita, si solo era un espejo de lo que me decía. Todo fueron impulsos hacia delante, un no parar de auparme. Siempre hacia arriba. Fue entonces cuando tomé una decisión. Nunca volvería a dejar que nadie me tratara por debajo de como lo hacía él. No iba a conformarme jamás con menos, porque aquello era lo mínimo que merecía.

Cualquier persona debería no conformarse jamás, si no están haciendo su límite de ilusión infinito. Nos conformamos con tratos  mediocres tantas veces creyendo que no habrá nadie capaz de darnos un poquito más, o mejor... Se nos olvida que no se trata de querer mucho, sino de hacerlo bien. Que no se trata de oír, sino de escuchar. Ni de que te vean. Da igual cuantas veces te vean si no son capaces de llegarte a mirar nunca, ni reparar en que tienes tantos tipos de sonrisas como veces puedes llegar a arrugar la nariz.

Hay quien podrá tocarte hasta cansarse y no entender lo que en realidad significa la palabra 'sentir' y eso, eso jamás podrá hacerte sonreír. 

De repente, me he dado cuenta de que he vuelto a conformarme. Y vivir a medias, es tan solo sobrevivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario